jueves, 26 de marzo de 2020



Institución Educativa
Eduardo Santos
“Educamos con amor”
CARTA ABIERTA
A MIS ESTUDIANTES DE UNDÉCIMO

Medellín, 23 de agosto de 2017.

Estimados jóvenes.

De corazón, les ofrezco la más pura de las energías para que el día de la prueba dejen atrás el miedo, la desconfianza, la inseguridad; para que demuestren de qué están hechos: de berraquera y entera decisión. De ganas de escalar con la fuerza moral aunada al conocimiento, a la capacidad creativa, al deseo de argumentar, al de proponer, al de refutar, al de lanzarse más allá del contenido textual y del aula de clase.

Ustedes, educandos Santistas, están donde están gracias al esfuerzo inyectado a sus sueños (donde vale, desde el apoyo familiar hasta el acompañamiento de sus docentes), muchos de ellos ya cumplidos; otros, apenas en proceso de configuración.

Un buen puntaje será satisfactorio, graduarse no menos, pero aquí el asunto es tener la valentía de enfrentar otros contextos extra clase. No obstante, en ese proceso es necesario ir, no a pasos agigantados sino, más bien, a pasos cautelosos en los que evidencien la capacidad de superar dificultades luego de haber propuesto salidas inteligentes.

Todo llega a su debido tiempo y es necesario estar preparados mentalmente para ello. Es el período de la concentración, de fijarse el objetivo, de no desfallecer, de asistir sin cansancio, cuidar mente y cuerpo para disponerlo en concordancia con la exigencia académica. Asistir resueltos al éxito.

No olviden que les sugerí no detenerse mucho en los puntos de difícil solución, es cuestión de estrategia; hay que ganar minutos. Es limitado, y eso presiona; sin embargo, soy un convencido de sus capacidades y cada uno tiene su propio estilo y sabe en cuál área es más audaz.

Exíjanse a sí mismos el equilibrio emocional para hacer de este ejercicio un pasaje a la solidez de sus almas.

Éxitos totales.

PD: este es mi voto para que el día de la prueba emerjan, desde lo más profundo de sus corazones, sonrisas que reflejen la victoria en otra batalla necesaria para obtener, además del título de bachilleres, el de luchadores incansables.
Un abrazo y hasta siempre.

Freddy León Urrego Alzate
Docente EDOS

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